Durante la campaña, desde Mauricio Macri hasta el último
candidato de Cambiemos, prometieron hacer una revolución en el Fútbol Para
Todos. Para eso, pusieron al frente al empresario Fernando Marín, quien
mantendría la misma productora que se cansó de hacer Propaganda K y gastaría
los casi 2 mil millones de pesos que el Estado invirtió en 2015, a pesar de lo
que ingresaría por publicidad. La política del Gatopardo...
El gatopardismo es, en ciencias políticas, "cambiar todo para que nada cambie". Ésa parece ser la política de Cambiemos para el Fútbol Para Todos. En la parte final de la campaña, cuando estratégicamente el espacio que conduce Mauricio Macri empezó a acercar el discurso de pura cepa liberal al votante medio, pasaron de volver a privatizar la transmisión de los partidos (discurso que repitió hasta el cansancio un candidato caído en desgracia) a prometer que lo mantendrían de carácter gratuito pero sin pérdidas para el Estado, ni política partidaria en los cortes publicitarios o durante los partidos propiamente dichos.
El gatopardismo es, en ciencias políticas, "cambiar todo para que nada cambie". Ésa parece ser la política de Cambiemos para el Fútbol Para Todos. En la parte final de la campaña, cuando estratégicamente el espacio que conduce Mauricio Macri empezó a acercar el discurso de pura cepa liberal al votante medio, pasaron de volver a privatizar la transmisión de los partidos (discurso que repitió hasta el cansancio un candidato caído en desgracia) a prometer que lo mantendrían de carácter gratuito pero sin pérdidas para el Estado, ni política partidaria en los cortes publicitarios o durante los partidos propiamente dichos.
A esta altura de los acontecimientos -a menos de una semana
de haber asumido el nuevo Gobierno-, podemos decir sin temor a equivocarnos que
el Estado perderá la misma cantidad de dinero que ahora (alrededor de 2000
millones de pesos anuales, más que el presupuesto del Ministerio de Cultura,
por hacer una rápida analogía) y que la misma productora de íntima relación con
La Cámpora, que se cansó de editar y poner al aire material ofensivo contra el
hoy presidente de la Nación elegido por el voto popular, seguirá generando los
contenidos de Fútbol Para Todos. ¿Y el cambio?
LA CORTE, UNA
PRODUCTORA INCREÍBLE
La Corte fue adquirida por el empresario Cristóbal López en la increíble cifra de 15 millones de dólares en marzo de este año. El adjetivo increíble responde a que esta productora de tercer orden sin ningún antecedente de fuste en el terreno deportivo, gracias a la estrecha relación de los anteriores dueños y actuales gerentes (los hermanos Pablo y Daniel Monzoncillo) con Miguel Núñez, ex vocero presidencial de Néstor Kirchner, consiguió a partir de 2003 firmar millonarios contratos para transmitir los actos del ex Presidente y luego de la propia Cristina Kirchner y de paso, hacerse cargo de FPT.
La profundización de este 'contacto' más la relación con
varios integrantes de la cúpula de La Cámpora, le permitieron ser el principal
destinatario del millonario presupuesto del Fútbol Para Todos, a pesar de su
nulo currículum en la materia. Esos dos contratos con el Estado son el único
argumento para explicar el precio que accedió a pagar el conocido empresario
por La Corte.
Tanto es así que necesitaron y necesitan que Torneos (ex
Torneos y Competencias) continúe manejando la logística y la producción
técnica, ya que carecían de los móviles, de la experiencia y de los periodistas
para televisar el fútbol de Primera. Es decir, ¿cómo llegaron a recibir más de
3.000 millones de pesos en estos cinco años y por qué van a seguir dando este
servicio carísimo? Contactos...
LA 'NUEVA' GESTIÓN
DE MARÍN
Ante este panorama, conocido por todo el mundo en el medio
periodístico, se suponía que la gestión que encabeza Fernando Marín iba a
terminar con las irregularidades. Pero ya se filtró que todo seguirá como
antes. Hay más y es todavía peor. No sólo van a permitir que La Corte, que se
cansó de hacer política con sus relatores oficialistas y evitaba mostrar
carteles con reclamos contra el Gobierno o disturbios en las tribunas para
dañar la imagen de los funcionarios de Cristina Kirchner en materia de
seguridad, sino que van a seguir poniendo más de 2 mil millones de pesos al
año.
¿Cómo? Muy sencillo, el Estado invirtió este año 1900
millones de pesos. En 2016 va a ajustar como mínimo un 30 por ciento (Segura y
Tinelli le pidieron hoy 1000 millones más) lo que llevaría la cifra a 2500
millones. Por la publicidad van a recaudar unos 550 millones, así que van a
terminar poniendo alrededor de 1900 lo mismo que el Kirchnerismo en términos
nominales y 30 por ciento menos si tomamos en cuenta la inflación.
LA
COMERCIALIZACIÓN: OTRO PUNTO OSCURO
El tema de la comercialización de la publicidad merece un
párrafo aparte. La decisión es tercerizar la pauta, aún cuando si la vendiera
el propio Estado recaudarían el doble, bajando así el gasto, tal como había
prometido Cambiemos. La licitación se haría en febrero y se supone que la
agencia ganadora (se dice con fuerza que una vinculada al Grupo Clarín tiene
todas las de ganar cuando aún no se hizo ni una oferta formal) pondrá alrededor
de 550 millones al año y facturará más de 1000. ¿Negocio redondo, no?
La gestión de Fernando Marín, productor televisivo de cierto
éxito desde los años 70, organizador durante 3 décadas de la Copa Davis y
gerenciador de Racing entre el 2000 y el 2006, parece arrancar con el pie
izquierdo. Ojalá que cambie de verdad y no ejerza la política del Gatopardo:
"Cambiar todo para que nada cambie".
Fuente: PlayFutbol.
Fuente: PlayFutbol.
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