La mayoría de los pilotos que ayer pretendían evitar que
Néstor Girolami retuviera la corona de Súper TC2000, pilotos como Pernía,
Rossi, Canapino, Spataro o Urcera, venía de protagonizar un fin de semana de
definiciones en el Turismo Carretera. Más fresco, pero mascullando impotencia,
llegaba el cordobés, impedido desde hace más de dos años de correr en la
categoría más popular del automovilismo argentino. "¿Si estoy proscripto
en el TC? Es una buena pregunta para hacerle a Hugo Mazzacane", señala una
vez asegurado el bicampeonato, disparándole al responsable máximo del Turismo
Carretera.
A los 26 años, con dos títulos consecutivos en su historial,
el campeón de Isla Verde siente que esa imposibilidad le impide ser valorado
como uno de los tres o cuatro mejores pilotos de la Argentina. Menos de 10.000
personas concurrieron a ver el cierre del torneo 2015 del Súper TC2000 en San
Luis, y eso que la entrada era gratuita. El que no faltó fue el tenista Leo
Mayer, amigo de Girolami, al que fue a ver correr y coronarse.
El TC parece considerar a Girolami como un personaje no
grato. Al cordobés lo perjudicó el papel que le adjudicaron en el accidente que
le costó la vida a Guido Falaschi, en Balcarce, el 13 de noviembre de 2011; su
espinosa rivalidad con Agustín Canapino, amigo del piloto fallecido, tuvo mucho
que ver con eso. Algunos dirigentes cuestionaban en privado su carácter
temerario. Pero fue decisivo el rol que jugó en el accidente de Mariano Altuna
en Rafaela, durante julio de 2013, en el que el piloto de Lobería salió ileso
de milagro y su Chevrolet quedó completamente destruido.
Lo suspendieron por cinco meses y nunca pudo volver a correr
en TC: la ACTC decidió "no invitarlo" a tomar parte de su campeonato.
"Girolami no fue invitado por decisión de la comisión directiva. Es el
segundo año que la comisión directiva tiene derecho a invitar a los pilotos.
Todos lo saben, incluso Girolami", dijo a comienzos de 2014 Mazzacane, por
entonces flamante presidente de la ACTC.
A lo largo de las últimas dos temporadas, esa sensación de
proscripción se acentuó. "Mejor para él si sale campeón del Súper TC2000,
pero eso no cambia automáticamente su situación", declaró Mazzacane un año
atrás. Si lo evaluaron, nunca se supo: lo cierto es que Girolami afrontó en
2015 su tercer año consecutivo sin poder participar en el TC. "No vuelve
ni aunque salga campeón mundial de Fórmula 1", se escuchó decir entonces
de allegados a los máximos dirigentes de la ACTC.
Como el título 2014 del SúperTC2000 no conseguía
rehabilitarlo, Girolami dirigió su vocación hacia más allá de las fronteras.
"A veces la puerta que se te cierra por un lado se te abre por otro. Por
eso, a lo mejor la puerta que se me cerró en el TC se me puede abrir en el
Mundial de Turismo", pensaba después de ganar su primera carrera del año
en Rosario. Probó fortuna en Portugal y Eslovaquia a bordo de un Honda WTCC y
compitió también en el StockCar brasileño. En una le reclamaron euros para
seguir en 2016; en la otra le ofrecieron un jugoso contrato en dólares y a
Brasil emigrará el bicampeón proscripto, que cree que con sus dos títulos ya no
debieran ignorarlo más. "No es mi idea irme del país, las cosas de la vida
me llevan a buscar otra alternativa", tiró mientras los festejos
continuaban su curso.
Siempre envuelto en una polémica (el toque con Leonel Pernía
afeó de alguna manera su consagración), a su frialdad característica le adosó
en esta definición puntana la velocidad que le había estado faltando en las
últimas carreras y que apareció luego de un test aerodinámico en Rafaela y una
intensa visita al taller de San Nicolás para conseguir la mejor puesta a punto
para su 408; en San Luis su auto era medio segundo más veloz que el resto,
salvo el Renault de Pernía.
"Al auto de Canapino lo mejoramos también, pero no
pudimos llevarlo al nivel del coche del Bebu", reconoció Ulises Armellini,
el director del Team Peugeot. Canapino, ya se sabe, se irá a Chevrolet el año
próximo y será reemplazado por Mariano Werner; sobre la continuidad de
Girolami, pese a todo, hay dudas. "Fueron cuatro años de vaivenes con
Peugeot, pero yo quiero quedarme toda la vida en este equipo", reconoció
el bicampeón; los calendarios del STC2000 y el Stock Car brasileño se
superpondrán al menos tres domingos durante 2016. Pero la marca del León (que ganó
6 de las 13 carreras de 2015 con cuatro pilotos distintos) querría evitar que
el número 1 se pintara en un auto de la competencia.
"Soy un optimista por naturaleza y prefiero mirar las
cosas desde el lado positivo -explicaba Girolami una hora después de consagrarse-.
Quizá soy bicampeón de Súper TC2000 porque no corrí estos años en TC."
Fuente: CanchaLlena.
Fuente: CanchaLlena.
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