La relación
entre la dirigencia culé y la de la FIFA está completamente rota después de la
sanción contra la entidad española, que se privó de fichar jugadores en los dos
últimos mercados y ahora le inhabilitaron a varios canteranos. El presidente
Bartomeu no irá al sorteo del Mundial de Clubes y existen interrogantes por la
presencia de Messi y compañía.
En
Barcelona planean hacerle pagar caro a la FIFA la sanción impuesta hace tiempo
para incorporar futbolistas. Las irregularidades que se registraron en los
fichajes de futbolistas menores de 16 años tiempo atrás, llevó al organismo
madre del fútbol a la prohibición contra uno de los clubes más grandes del
Viejo Continente, que por caso, cerró al turco Arda Turan pero recién podrá
aparecer en la cancha en 2016, cuando se levante la sanción.
Y como si
fuera poco, en los últimos días hubo más cortocircuitos entre las entidades: el
Barça tuvo que dar de baja a cinco juveniles y también le inhabilitaron
temporalmente a otros once de categorías menores (contabilizando los de fútbol
11 y 7). El nombre de La Masía se vio afectado por esta situación y en el seno
dirigencial catalán están que trinan con Joseph Blatter y compañía, entendiendo
que privaron su desarrollo en las inferiores.
"Es
todo injusto, exagerado y desmesurado; estamos esperando a que cambien los
dirigentes para poder tender nuevos puentes con la FIFA", fue lo que
declaró Josep Maria Bartomeu, máximo mandatario de los blaugranas y hombre que
se ausentó a la última gala del Balón de Oro, a la que asistieron directivos de
menor calibre, para poner de manifiesto ante el mundo el disconformismo
generalizado en suelo culé.
Lo cierto
es que recién en febrero se llevarán a cabo las elecciones para designar al
hombre que se sentará en el sillón más importante del mundo del fútbol y en
diciembre hay un evento más que importante para la Federación: el Mundial de
Clubes de Japón. En vísperas del sorteo (será el miércoles y el presidente del
Barcelona definió ausentarse), los medios españoles se hicieron eco de la
evaluación que realizan puertas adentro de la institución barcelonesa.
Concretamente
se analiza pegar el faltazo a Tokio, donde podrían cruzar sus caminos con River
en la gran final del 20 de diciembre. La falta de uno de los equipos más
importantes de la competencia le generaría una gran pérdida a la FIFA y Bartomeu
podría sacarse la espina con esta suerte de venganza. En cuanto a lo deportivo,
para los europeos la Champions siempre es prioridad, pese a que no miran con
malos ojos tener un título a nivel mundial, como en 2009 y 2011.
Es una
noticia que repercutiría mucho en el Mundo River: ¿se tomará como algo a favor,
teniendo en cuenta que las chances de alzar la copa en Japón aumentan o se
echará de menos la posibilidad de medirse con uno de los mejores conjuntos del
universo?
Por lo
pronto, en Barcelona enviarían nuevamente a Albert Soler y Raül Sanllehí,
ejecutivos de menor calibre, a la gala en la que se definirán los potenciales
rivales del elenco de Luis Enrique y el "Millonario" en la instancia
de Semifinales.
Fuente: PlayFutbol.
Fuente: PlayFutbol.
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